No ha sido esta quinta la mejor
de las temporadas del superhéroe velocista de DC.
Ni la aparición de Nora, la hija
de Barry Allen y Iris West proveniente del futuro ha dado el juego que podía
presuponerse, ni la familia “Zicada” ha supuesto un antagonista lo
suficientemente poderoso como para engancharnos a él.
Tampoco ha acabado de arreglar el
tono bajo de la temporada el final de la misma, ya que giro final, en cierto modo,
llega a ser previsible.
Voy a intentar explicar mi pobre impresión
de la temporada.
Para empezar, en la temporada de
Flashpoint, Barry Allen hace lo mismo que su hija en esta temporada, es decir,
viajar a través del espacio tiempo hacia el pasado. A partir del cambio que
supuso que Flash salvará a su madre, se desencadenaron una serie de acontecimientos
que derivaron en Flaspoint.
Nora, la hija de Iris West y
Barry Allen, se pasa gran parte de la temporada volviendo del futuro al presente,
cambiando el mismo, y sin que eso tenga cambios evidentes en la llamada “línea temporal”.
Esto es algo que, con los antecedentes en mano, cuanto menos chirria, pero que
se desarrolla de manera bastante normal en esta sesión.
Tampoco me parece muy acertado que
la hija de Flash, en poco tiempo tenga tanto o mas poder que el velocista
escarlata. No digo que no pueda llegar a alcanzar e incluso sobrepasar su velocidad,
pero creo que en este aspecto se deberían haber tomado las cosas con calma.
En cualquier caso, siempre he
pensado que la serie se toma a veces a Flash como un superhéroe un tanto débil,
rozando en algún momento lo pusilánime, ya que cualquier villano, por malo que
sea, es capaz de golpearlo con cierta facilidad.
Entiendo que los guionistas
quieran darle cierta importancia en el arco argumental que la trama se resuelva
a través de la cooperación de todos los miembros del equipo Flash. Este
aspecto, que en principio puede parecer acertado, se lleva a la practica de
manera poco elaborada, al igual que en la serie “supergirl”, considerando que
el superhéroe no puede solucionar ninguna disputa usando únicamente sus
superpoderes.
Tampoco beneficia a la serie, al
igual que ocurre con otras del género y de la productora, el gran número de capítulos
en que se desarrolla cada temporada, en este caso 22, lo que provoca que se intercalen
en cada sesión algunos capítulos de transición o relleno que no aportan gran
cosa.
Y no se puede decir que el lema
de los superhéroes de DC no este implícito en esta serie (mejor en equipo que
solo…), pero el problema es como se lleva a la práctica.
La trama general que ha acompañado
al equipo Flash en esta temporada me ha parecido floja, y tampoco han sumado
positivamente las distintas tramas personales de los personajes del equipo.
Kaitlin y la aparición de su
padre, la vuelta al espíritu investigador de elastic man o la reflexión y
posterior decisión de Xisco sobre una cura para metahumanos se han llevado de
una forma superficial, cuando podrían haber dado un mayor juego en la temporada
si se hubiesen tratado de manera mas intrínseca.
Quizá podamos salvar de esta temporada la vuelta de Eobard
Thawne, el reverso de Flash, quien desde su prisión del futuro ayuda a Nora en
sus viajes al pasado, aunque, a decir verdad, el final de esta trama era un
tanto previsible.
Aun así, y al igual que en otras
temporadas, el final de la sesión ha dejado abierto el camino de la siguiente,
que esperemos mejore en calidad y argumento.