lunes, 9 de septiembre de 2019

Reseña de la 5ª temporada de Flash.


No ha sido esta quinta la mejor de las temporadas del superhéroe velocista de DC.

Ni la aparición de Nora, la hija de Barry Allen y Iris West proveniente del futuro ha dado el juego que podía presuponerse, ni la familia “Zicada” ha supuesto un antagonista lo suficientemente poderoso como para engancharnos a él.



Tampoco ha acabado de arreglar el tono bajo de la temporada el final de la misma, ya que giro final, en cierto modo, llega a ser previsible.

Voy a intentar explicar mi pobre impresión de la temporada.

Para empezar, en la temporada de Flashpoint, Barry Allen hace lo mismo que su hija en esta temporada, es decir, viajar a través del espacio tiempo hacia el pasado. A partir del cambio que supuso que Flash salvará a su madre, se desencadenaron una serie de acontecimientos que derivaron en Flaspoint.

Nora, la hija de Iris West y Barry Allen, se pasa gran parte de la temporada volviendo del futuro al presente, cambiando el mismo, y sin que eso tenga cambios evidentes en la llamada “línea temporal”. Esto es algo que, con los antecedentes en mano, cuanto menos chirria, pero que se desarrolla de manera bastante normal en esta sesión.

Tampoco me parece muy acertado que la hija de Flash, en poco tiempo tenga tanto o mas poder que el velocista escarlata. No digo que no pueda llegar a alcanzar e incluso sobrepasar su velocidad, pero creo que en este aspecto se deberían haber tomado las cosas con calma.

En cualquier caso, siempre he pensado que la serie se toma a veces a Flash como un superhéroe un tanto débil, rozando en algún momento lo pusilánime, ya que cualquier villano, por malo que sea, es capaz de golpearlo con cierta facilidad.

Entiendo que los guionistas quieran darle cierta importancia en el arco argumental que la trama se resuelva a través de la cooperación de todos los miembros del equipo Flash. Este aspecto, que en principio puede parecer acertado, se lleva a la practica de manera poco elaborada, al igual que en la serie “supergirl”, considerando que el superhéroe no puede solucionar ninguna disputa usando únicamente sus superpoderes.



Tampoco beneficia a la serie, al igual que ocurre con otras del género y de la productora, el gran número de capítulos en que se desarrolla cada temporada, en este caso 22, lo que provoca que se intercalen en cada sesión algunos capítulos de transición o relleno que no aportan gran cosa.

Y no se puede decir que el lema de los superhéroes de DC no este implícito en esta serie (mejor en equipo que solo…), pero el problema es como se lleva a la práctica.

La trama general que ha acompañado al equipo Flash en esta temporada me ha parecido floja, y tampoco han sumado positivamente las distintas tramas personales de los personajes del equipo.

Kaitlin y la aparición de su padre, la vuelta al espíritu investigador de elastic man o la reflexión y posterior decisión de Xisco sobre una cura para metahumanos se han llevado de una forma superficial, cuando podrían haber dado un mayor juego en la temporada si se hubiesen tratado de manera mas intrínseca.

Quizá podamos salvar de esta temporada la vuelta de Eobard Thawne, el reverso de Flash, quien desde su prisión del futuro ayuda a Nora en sus viajes al pasado, aunque, a decir verdad, el final de esta trama era un tanto previsible.

Aun así, y al igual que en otras temporadas, el final de la sesión ha dejado abierto el camino de la siguiente, que esperemos mejore en calidad y argumento.